Cuando los hijos no se van



Si bien los modelos familiares han evolucionado, existe una variante en su ciclo vital definido porque el proceso de separación de los hijos se prolonga demasiado según normas convencionales. La dificultad para emanciparse ya sea en lo emocional o en lo económico, han llevado a mucha gente que se encuentra entre los 30 años a continuar viviendo con sus padres. Los bamcocionis (niños crecidos), como se les conoce en Italia; nesthockers (polluelos en nido) en Alemania, basement dwellers ( residentes del sótano) en Estados Unido, o parasaito shinguru (soltero parásito) en Japón. Todos ellos contituyen un grupo social integrado por quienes prefieren la comodidad de la casa paterna, dependen del sueldo de los progenitores en muchos casos para consumir artículos de lujo y son incapaces de llevar adelante una relación de pareja estable-.


En Jápon donde el fenómeno ha sido estudiado con mayor atención se piensa que uno de los detonadores han sido el mal desempeño económico del país. La prolongada recesión ha provocado que las oportunidades de empleo sean escasas, incrementando a jóvenes que no tienen trabajo fijo y vive de empleos temporales. Muchos de ellos, incluyendo quienes han sido rechazados por universidades para continuar sus estudios.


Estos jóvenes caen en una depresión tan profunda que los lleva a encerrarse en sus cuartos, cortando de tajo cualquier tipo de interacción social durante meses e incluso años.


Este fenómeno ya es conocido como hikikomori, donde el significado aproximado es confinado o apartado y ya esta reconocido por el Ministerios de Salud nípón y los efectos recaen también en los padres, a menudo el único vínculo con el mundo exterior del que disponen estas personas.

En México fue de particular interés escuchar a José Navarro rector de la Univerdidad Nacional Autónoma de México hablar de los "ni-nis" personas que ni estudian, ni trabajan, debido a las limitaciones económicas o sociales, sector que suma cerca de siete millones de jóvenes en edad productiva y que sin embargo dependen de sus padres.


Para ampliar esta información será importante hablarles sobre el Síndrome de Peter Pan en nuestra próxima publicación.

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