Terapia de Juego Centrada en el Niño

La terapia de juego proviene de la escuela humanista y esta centrada en el niño por tanto acepta al niño, lo que éste quiera dar durante la terapia. El juego es un lenguaje que tiene unos significados de índole psicológica que hay que saber decifrar.

Las funciones de la terapia del juego

La terapia de juego cumple funciones biológicas, intra e inter personales y sociocultares. Dentro de las funciones biológicas, está el aprendizaje de hablidades básicas, la liberación del exceso de energia, la estimulación sinestésica. Funciones intra personales, como el dominio de situaciones, la exploración, iniciativa, comprensión de las funciones mentales, desarrollo cognitivo. En las funciones interpersonales encontramos las habilidades sociales y la separación-individuación. Socioculturalmente, se da la imitación de los modelos de los adultos que admira.

Su enfoque

Dentro de la terapia de juego el terapeuta debe reconocer los sentimientos que el niño expresa, y devolverlos para que se modifique la conducta del niño. El vínculo terapéutico se establece mediante sesiones constantes que requieren un compromiso de los padres del niño.

En las primeras sesiones el terapeuta no estructura el juego, sirven para analizar y comprender al niño, y le brindan seguridad. Después paso a paso se estructuran las sesiones de acuerdo a las necesidades y edad del niño.

La terapia de juego requiere una sala de juegos y materiales para juego terapéutico, que permitan evaluar al niño, y entendimiento del autoconocimiento por medio de la exploración y el autocontrol. Se evalúan las conductas expresadas, y los juguetes sirven para sucitar ciertas conductas.

Cuando emplearse:

Se recomienda cuando existen dificultades emocionales y/o de conducta relacionados como:

• Bajo rendimiento escolar


• Separación de los padres


• Angustia de separación


• Cambio en la situación familiar (Nacimiento de un hermano, adopción, etc.)


• Trastornos del sueño


• Miedos y fobias


• Trastornos de alimentación


• Trastornos psicosomáticos


• Estrés postraumático


• Cambio de residencia o de escuela


• Pérdida de personas significativas (muerte o separación)


• Enfermedades físicas


• Abuso sexual


• Maltrato físico o psicológico

Es importante no dejar pasar tiempo en cuanto como padres o tutores detectemos un cambio en su comportamiento y este afecte de manera significativa en sus deberes y conducta. Existen diversas clinicas e instituciones que pueden apoyar. C.A.P.D.P. cuenta con personal especializado en atención con niños.