Infieles por naturaleza

Hace poco fue publicado en la sección de Ciencia de The New York Times el artículo Studies on the Human Sex Ratio. Evidence of Genetic Variation of the Primary Sex Ratio in Man, escrito por Nicholas Wade, en el cual señala que no es extraño que el cerebro de hombres y mujeres fucncione de manera tan dispar. Nuevos estudios acerca de la actividad cerebral de varones y féminas en fase de enamoramiento han confirmado que las diferencias de comportamiento son notables y genéticamente justificables, y que aunque uno de los aspectos que más los distancia es el apetito sexual: el hombre tiene un más constante y la mujer es mayormente sensitiva.
Otro de los aspectos importante en el ámbito de la sexualidad humana es el de la fidelidad, la cual se presenta de forma diferente en los dos géneros. De acuerdo con el artículo de Wade, sólo 3% de los mamíferos de la Tierra son monógamos, entre los que se encuentran los perritos de la pradera, las orcas, los caballos de mar y el hombre: la promiscuidad en las demás especies está relacionada con la propia supervivencia de la especie. A pesar de ello, 15% de la población masculina sexualmente activa admitió haber sido infiel alguna vez en su vida.

Un equipo de científicos de la Universidad de Harvard, en Estados Unidos , descubrió que la infidelidad está influida por 30 genes determinantes del comportamiento social y sexual, cada uno con una función precisa. Por ejemplo, existe el de la infidelidad conyugal, el del amor hacia los hijos y el de la personalidad romántica. La autora de la invenstigación, Catherine Dulac, asegura que los estudios realizados en animales de laboratorio también son aplicables a los humanos, sin embargo es necesario determinar cómo influye el contexto social, pues es necesario tener en cuenta que no todo depende de la genética sino también de nuestros impulsos y el ambiente en que vivimos.
SG

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