Fobias que Paralizan



Sudoración, pensamientos irracionales y ansiedad extrema son algunas respuestas que generan este trastorno (fobias) detonado por objetos o situaciones en apariencia insignificantes. Pero, ¿qué se esconde detrás del pánico?

"Mi aversión por las arañas es tan intensa que cuando veo alguna cerca de mi, corro y grito como loca, como si fuera mil veces mas inmensa y poderosa que yo, la angustia me nubla", confiesa una paciente de 29 años.

El temor procura nuestra supervivencia al advertinos que se aproxima un peligro. Por eso cuando nos sentimos atemorizados, reaccionamos ante la amenaza para preservarnos de la manera que más nos convenga. Sin embargo, cuando la emoción que desencadena este reflejo es extremadamente intensa, ésta deja de ser una forma de defensa y se convierte en un problema. Bajo estas circunstancias es posible hablar de las fobias. Las cuales son un miedo irracional ante una circunstancia específica que no implica una agresión real hacia quien lo sufre. Quienes sufren de estre trastorno están conscientes de ello y saben que sus impulsos exacerbados no son congruentes con la realidad que los rodea. No obstante, estas personas no logran controlar sus brotes de ansiedad. ¿A qué se debe tal pavor?


Cuestión Primitiva

Desde épocas muy remotas, por una cuestión relacionada con el instinto, los seres humanos le temen a la oscuridady alo que desconocen. A diferencia de este tipo de sensaciones primitivas, "las fobias se conciben como reacciones adquiridas", dice la doctora Laura Hernández de la UNAM. No nacemos con este tipo de aversiones, sino que éstas surgen debido a alguna experiencia del pasado. Resulta difícil diagnosticar un trastorno de esta naturaleza puesto que los síntomas pueden ocultarse detrás de algún malestar que en ocasiones sentimos.

Es posible distinguirlos estos miedos ya que es desproporcionado, provocado por objetos inofensivos y no se puede manejar de manera racional. Además muchas veces el temor interfiere en la vida cotidiana de las personas que lo presentan, aunque trate de hacer uso de su juicio para contrarrestar sus crisis, su esfuerzo resulta inútil: experimenta sensaciones físicas desagradables, tales como tensión muscular y cambios en la respiración, que son muy parecidas a las manifestaciones del estrés.


Objetos que dejan huella

Pero, ¿por que algunas personas se sienten aterradas frente algunos factores que parecen inofensivos, mientras que otros no? El contacto con el objeto no siempre desencadenara una serie de reacciones. A veces, el pensamiento o la anticipación de éste también la provocan .

Cualquier estimulación puede asociarse al temor: sonidos, personas, olores, palabras, ideas, visiones, sensaciones o percepciones. La explicación para esto con mayor apoyo es la del condicionamiento clásico. Esta teoría sugiere que ya sea por institno, genética o costumbre, algunos incitadores provocan ciertas reacciones, mientras que otros tantos permanecen neutrales a nuestros sentidos.

Las fobias son el resultado de una asociación entre un estímulo generalmente inocuo y un evento traumático. Martín Seligman ofrece una explicación más sencilla: durante un estudio del aprendizaje en 1971, propuso que ciertos agentes como las ratas o los arácnidos son más fáciles de asociar con las respuestas fóbicas, mientras que otros, como las flores o los arco iris, tienden a conectarse con el placer, evitando las respuestas de ansiedad.


Pensamientos irracionales

"Todos nuestros pensamientos desempeñan una función fundamental en el desencadenamiento de las fobias, como otros trastornos" opina la Lic. Sandra García. No solo porque pueden envolvernos en un círculo sin fin de argumentos que nos impide enfrentarlas, sino también porque, "los temores irracionales se pueden adquirir a través de la experiencia con nuestro contexto, así como la información que se nos proporciona" (SG).


Tratamiento

El miedo desproporcionado a ciertos objetos es un factor que influye en el funcionamiento cotidiano y por este motivo es importante detectarlo y combatirlo. Mientras más se evita loq ue denota el sentimiento, más se refuerza el mal. Para vencer este padecimiento es importante reconcoer nuestras fortalezas y capacidades haciendo conciencia de nuestros puntos fuertes. Sin embargo resulta díficil llevarlo acabo de manera individual, sin la ayuda de un profesional.

La psiquiatría propone que el mejor tratamiento es bajo farmacología, aunque no garantiza una mejora a largo plazo. Por ello es importante acompañarlo de un tratamiento psicológico bajo la corriente cognitivo conductual. Esta corriente se basa en eliminar la fobia deshaciendo la asociación que, en primer instancia desencadenó dicho trastorno prolongado. El tratamiento consiste en varias sesiones en las que, de manera paulatina, se va aumentando la exposición a aquello que produce el pavor, hasta que ello deja de producir ansiedad. Es importante acudir con el profesional para valorar el grado del tratorno, para definir si es suficiente con el trabajo terapeutico, antes de consumir fármacos.

Si nos atrevemos a encarar nuestras fobias, entonces seremos capaces de crecer y de llevar a cabo nuestra vida sin obstáculos.

Comentarios

Entradas populares de este blog

¿Qué es el phubbing?

Terapia de Juego Centrada en el Niño

Feliz Día de las Madres