Tratamiento Cognitivo Conductual para trastornos de ansiedad

Ansiedad

La ansiedad es una respuesta adaptativa del organismo caracterizada por un conjunto de respuestas fisiológicas, cognitivas, vivenciales y de comportamiento en respuesta a un estado de activación y alerta ante una amenaza percibida, ya sea física o psicológica, cuyo objetivo es defender al organismo de dicha amenaza y prepararlo para la lucha, la huída o paralizarse. 
Otro concepto importante es que la ansiedad, al igual que cualquier otra emoción, no es una cuestión de todo o nada, sino de grados. Empleando una escala en grados de 0 a 10, donde 0 es el más bajo y 10 el máximo nivel de ansiedad. La reacción intensa de la ansiedad no siempre es patológica, sino que en ciertas ocasiones puede ser muy adaptativa (por ejemplo en situaciones de riesgo vital que requieren una reacción de alarma que nos prepare para la acción).  El problema en los trastornos de ansiedad es que ésta, es generalmente excesiva en relación al estímulo o estímulos que la dispararon.

El objetivo es entrenar al paciente en el autocontrol de los niveles de ansiedad excesivos.
La ansiedad se manifiesta a través de tres niveles o componentes: cognitivo, fisiológico y motor-conductual.

  • Componente cognitivo: Hace referencia al conjunto de pensamientos e imágenes de contenido amenazante. Pensamientos sobre perder el control o volverse loco. Los pensamientos se producen de manera automática donde los pacientes los consideran con gran veracidad.

  • Componente fisiológico: Se refiere al conjunto de sensaciones internas tales como taquicardia, sudación, tensión muscular, sequedad en la boca,  etc.

  • Componente motor o conductual: Incluye la tendencia a evitar, huir o escapar, buscar ayuda y hacer cualquier cosa que pueda liberar al paciente del "peligro". De tal modo algunos pacientes dejan de salir de casa, hacer ejercicio, viajar, tomar cafeína, usar transportes públicos. Emplean recursos que consideran calman el estado de ansiedad.
Se requiere un proceso de exposición o desensibilización  del paciente para que se exponga al estímulo temido o causante de la ansiedad, conductas de evitación, huida o lucha. Cuando se hace de forma sistemática, se da la habituación, junto con la extinción de las conductas de evitación, entonces la ansiedad disminuye y se afrontan las situaciones con tranquilidad.


Entrenar al paciente en estrategias para controlar su ansiedad le permite tomar un papel activo y no pasivo en el proceso de tratamiento de su trastorno de ansiedad. Esta postura activa y de autocontrol permite disminuir y en muchos casos prescindir de medicación así como disminuir el índice de recaídas y de utilización de los servicios sanitarios.

Lic. Sandra García

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