Miedo al Cambio Profesional (Parte 1)



Toda ruptura profesional supone un choque en nuestro interior. Un despido, una renuncia o incluso promoción hacen que nos replanteemos nuestros objetivos... sobre todo, cuando no tenemos experiencia en lidiar con lo desconocido.

En nuestro afan de alcanzar nuestros deseos y planes atravesamos por diversas transformaciones, que en muchas ocasiones resulta doloroso. Aunque la movilidad es necesaria para nuestra superación, no se trata de una cuestión estrictamente financiera, ya que estan en juego nuestras emociones.

El dejar un trabajo nos genera ansiedad, enojo, depresión, es un proceso de duelo. Cada persona sin embargo reacciona de diferentes maneras, involucrando nuestras experiencias.

Zona de confort
Aferrarnos a un empleo puede ser respuesta a la resistencia al cambio, algo que va de la mano de nuestro deseo de pertenecer a un grupo; lo que puede orillarnos a aceptar humillaciones o malos tratos. El cambiar de trabajo provoca una crisis interna muy fuerte.

Nuestro pasado
Los psicólogos constatan que los cambios profesionales suelen abrir heridas antiguas. Las personas con fobias quizá vivieron en su infancia duelos, abandonos o fracasos que no pudieron arreglar. Por lo que suelen tener un concepto vago de sí mismos. Aterrados con la idea de volver a ser abandonados, apuestan por la seguridad que da el empleo y perciben a la empresa como una "madre protectora, proveedora y estable"

La vivencia más dura que se enfrenta en lo profesional es la pérdida de identidad, de estatus y de seguridad material.

Para poder restablecernos tras una situación de este tipo, es conveniente buscar el apoyo. Si la persona que fue objeto de esta pérdida no está rodeada de una sólida base familiar o de una red de amistades, el riesgo de sufrir un colapso psicológico es bastante probable.

Comentarios

Entradas populares de este blog

¿Qué es el phubbing?

Terapia de Juego Centrada en el Niño

Feliz Día de las Madres